Como decíamos en el breve anterior, el Zika es un Flavivirus que usa como vector de transmisión la picadura de un artrópodo, en concreto, el de los mosquitos del género Aedes, como Aedes aegypti. En un principio, la infección por el virus Zika es leve, de tal manera que el 75% de los infectados no presentan tan siquiera síntomas, y en el caso de los que los muestran, aparecen entre 2-10 días después de la infección, cursando con fiebre moderada, sarpullido o erupciones cutáneas, conjuntivitis y sensibilidad a la luz así como cansancio y característico dolor muscular.
El motivo por el que la enfermedad era casi completamente desconocida hasta el año 2.007 tiene que ver precisamente con la sintomatología con la que cursa, puesto que no difiere en demasía a cómo se manifiestan enfermedades como el dengue o el chikungunya. Tras unos días, los síntomas desaparecen sin que quede ninguna secuela. Como ven (o mejor dicho, leen) la enfermedad rara vez es mortal, a pesar de no existir tratamientos ni vacunas específicas que ayuden a combatirla o prevenirla. No obstante, no debemos olvidar que el virus ha sido detectado en sangre y semen de personas que no mostraban síntomas de estar enfermas de Zika y se sospecha que puede transmitirse por vía sanguínea (en el caso de transfusiones) y/o sexual.
¿Cuál es el problema entonces? ¿A qué viene esta alarma social repentina? Parece ser que la infección por Zika se asoció a un aumento de casos de síndrome de Guillain-Barré en el brote ocurrido en el año 2.013 en la Polinesia, y más recientemente, en casos de microcefalia en neonatos en Brasil. Así, si nos centramos en los casos más recientes, las autoridades sanitarias cariocas alertaron de un aumento significativo de casos de microcefalia entre los recién nacidos, hasta tal punto, que la tasa es 40 veces superior a la de años anteriores. Con todo esto, hasta la fecha se ha detectado el genoma (compuesto de ARN) del virus Zika en dos mujeres que han dado a luz a pequeños con microcefalia, confirmándose además la presencia del genoma vírico en los tejidos de 4 bebés fallecidos nacidos de madres infectadas por el Zika. Todo ello, invita a la comunidad científica a sugerir que la infección por Zika durante las primeras etapas del embarazo podría estar relacionada con casos de microcefalia u otros trastornos neurológicos o cognitivos.
Conviene recordar a pesar de lo expuesto hace sólo unas líneas que aunque pueda existir una correlación, esto no implica una relación de causalidad, por lo que serán necesarios desarrollar más estudios hasta determinar que verdaderamente y sin atisbo de duda, el aumento en los casos de microcefalia ocurridos en Brasil están relacionados con el contagio del virus Zika en embarazadas. Es por eso por lo que los servicios sanitarios y las autoridades han recomendado extremar la vigilancia y seguimiento de los posibles casos en embarazadas y en recién nacidos. En caso de que se revelase cierta la relación entre el virus y el desarrollo de Guillain-Barré y microcefalia en neonatos, sí estaríamos hablando del virus Zika como un grave problema de salud. Mientras tanto, no hay razones para que cunda el pánico.
Entiendo que hay muchos que aún se estarán preguntando que si el virus fue descrito por primera vez en 1.947, ¿cómo ha podido pasar desapercibido y sin causar graves problemas en humanos hasta ahora? Las razones pueden ser varias. El primero puede deberse a que la infección es muy leve y la mayoría de los pacientes ni siquiera presentan síntomas. Si a esto le sumamos que los síntomas son muy parecidos a los del dengue o el chikungunya, los casos de virus Zika han debido o podido confundirse con estas enfermedades. De hecho, muchos médicos la describían como “una forma leve de dengue”. Debemos tener en cuenta también que los sistemas de diagnóstico han mejorado con el tiempo, lo que ha hecho posible que ahora podamos ser más precisos en el diagnóstico.
El Zika, el dengue y el chikungunya son tres virus muy parecidos, con genoma de ARN y todos ellos transmitidos por los mismos vectores, mosquitos pertenecientes al género Aedes. Mientras que el Zika y el dengue pertenecen a la familia de los Flavivirus, el chikungunya es un Togavirus, como el de la rubéola (aunque pertenecen a géneros diferentes). Todas las enfermedades cursan con síntomas similares: fiebre, malestar, dolor muscular, sarpullidos, náuseas… Lo más característico de la infección por Zika se debe atribuir a la conjuntivitis, mientras en el caso del chikungunya es el dolor en las articulaciones, que puede ser intenso y duradero. El dengue por su caso, muestra como característica distintiva fiebre alta y súbita, dolor de cabeza y en los glóbulos oculares, y en los casos más graves, hemorragias.
Sé que ahora os estaréis preguntando: “Muy bien, Eduardo, ya tenemos bastante retahíla con los síntomas y demás, pero a mi lo que me interesa es saber si la puedo contraer en España”. Teóricamente sí, aunque la probabilidad es muy pequeña. Como bien se ha dicho, el vector del Zika es el mosquito Aedes aegypti y este tipo de mosquito no se encuentra en Europa (sólo se ha detectado en Rusia, Georgia y en el Mar Muerto). ¡Pero el virus Zika también puede transmitirse por el mosquito tigre o Aedes albopictus! El mosquito tigre, a diferencia de su congénere, sí que está presente a lo largo de toda la costa mediterránea, desde España hasta Grecia. Obviamente, ahora en invierno apenas si hay mosquitos, por lo que la probabilidad de extensión por Europa ahora mismo es casi nula. Empero, esta situación podría cambiar a partir de primavera, aunque dependerá de múltiples factores climáticos y no climáticos (¿somos los europeos más susceptibles o más resistentes al virus?).
Para los alarmistas, decirle que el mosquito Aedes albopictus también transmite el dengue y el chigunkunya (¡pues vaya manera de tranquilizar a tus lectores tienes, Eduardo!). Es más, han existido casos de chigunkunya en Italia en 2.007 y en Francia en 2.010 y 2.014 y de dengue en países como Croacia, Grecia, Francia o Madeira. Empero, estos virus no se han extendido de la misma forma que en Asia y América. Es decir, no podemos descartar casos autóctonos de infección por virus Zika en Europa en los próximos meses, pero comparados con los ocurridos en América, no adquirirá las mismas proporciones que en aquel continente.
Con esto hemos terminado el breve sobre el Zika, un breve en 2 episodios y no tan breve como me hubiese gustado, pero entiendo que la ciudadanía debe estar debidamente informada. La información no nos hace libre, nos hace libre la lectura, pues crea conciencia crítica (un crítico no es más que un aficionado con conocimientos de la materia). Como rezan algunas escuelas latinoamericanas: “No me creas. Lee, porque sólo leyendo hallarás la verdad”. Aquí hemos intentado acercarnos más a la verdad, esa que con tanto celo custodian determinados medios de comunicación por intereses espurios y bastardos.
1 comentarios en “Virus Zika: lo que siguen sin contarte”
gracias a dios este virus no llego a mi pais