Una batalla contra el tiempo

Pese a todos estos años de rápidos descubrimientos, tanto en ciencia como en tecnología, sigue habiendo un misterio indescifrable: la vejez. 

Longevas personas y almejas centenarias

A priori podría pensarse que es un proceso causado por el rápido e inexorable paso del tiempo, aunque el tiempo biológico es relativo y depende de múltiples factores. Por ejemplo, la esperanza de vida de una persona nacida en España en 2019 es de 83 años, lo que no está nada mal si lo comparamos con la esperanza de vida en el Reino de Lesoto, un país situado al sur de África, que es de 53 años. En 2006, los periódicos se hicieron eco de una noticia acaecida en las costas islandesas: un grupo de investigadores capturó una almeja de Islandia (Arctica islandica) con una edad estimada en 507 años. De hecho, este molusco fue denominado “Ming”, ya que, en el momento de su nacimiento, esa era la dinastía de emperadores en la antigua China. En 1997, Jeanne Calment, la mujer más longeva del mundo fallecía a los 122 años y 164 días. 

Almeja Ming (Alan D Wanamaker Jr1, Jan Heinemeier • James D Scourse • Christopher A Richardson1 • Paul G Butler • Jón Eiríksson • Karen Luise Knudsen)

Almeja Ming (Arctica islandica, por Alan D Wanamaker Jr1, Jan Heinemeier • James D Scourse • Christopher A Richardson1 • Paul G Butler • Jón Eiríksson • Karen Luise Knudsen)

Envejecimiento y senescencia celular

El caso del molusco “Ming” es algo excepcional en su especie, ya que existen otras especies más longevas que el hombre. A medida que cumplimos años, nuestro organismo experimenta cambios graduales producto de nuestra propia existencia, es decir, envejecemos. El ciclo natural nos conduce a una senectud que es el preludio del fin: la muerte. Es importante destacar que la actual línea de investigación en envejecimiento no busca encontrar la cura a este proceso fisiológico natural, sino entender las causas del mismo, lo que sería muy beneficioso en un mundo cada vez más envejecido, debido a que la esperanza de vida mundial se ha incrementado notablemente. En este sentido, el descubrimiento de la senescencia celular ha sido una revolución en el campo. 

Hacia 1960, un investigador llamado Leonard Hayflick se dio cuenta de que las células en cultivo proliferaban hasta un límite de divisiones celulares, lo que se vino a conocer como Límite de Hayflick. Con esta investigación, se puso de manifiesto el fenómeno de la senescencia celular, una parada estable del ciclo celular. Hayflick demostró la incapacidad de las células para dividirse infinitamente. Inmediatamente, se relacionó este proceso celular con el envejecimiento y la senectud. Había nacido una nueva rama de investigación.

Hacia un prometedor futuro

Hoy, la investigación sobre senescencia celular está revolucionando el campo de la biología celular y molecular. El descubrimiento de marcadores moleculares para identificar a las células senescentes ha permitido entender su papel en contextos patológicos y fisiológicos, así como un rol muy importante en el desarrollo de los seres vivos y en contextos cruciales para la biomedicina, como la investigación contra el cáncer. Sabiendo todo esto y mucho más ¿a qué esperamos para descubrir las bases fundamentales del envejecimiento?

Bibliografía 

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