“Enséñame los dientes y te diré quién eres”

Con esta famosa frase del gran naturalista francés Georges Cuvier, nos podemos hacer una idea de la gran importancia que han tenido los dientes para los estudiosos de todas las épocas. Los dientes son una parte del cuerpo que ha despertado mucha curiosidad y desde hace varios siglos constituyen una de las fuentes de información más valiosas en Antropología.

Los dientes son una parte del cuerpo que ha despertado mucha curiosidad y desde hace varios siglos constituyen una de las fuentes de información más valiosas en Antropología.

Pero, uno se puede preguntar: ¿es verdad que lo dientes proporcionan tanta información? ¿Cómo es posible que algo tan diminuto pueda decir tantas cosas sobre una persona?

En primer lugar, de los dientes hay que destacar su capacidad para preservarse en el tiempo y su resistencia a alteraciones mecánicas, químicas o incluso térmicas. Esto se debe a su composición, ya que casi el 95% del esmalte y el 80% de la dentina están formados por cristales de hidroxiapatita de calcio, un material realmente resistente. El resto de tejido óseo corporal, sólo contiene, si hacemos la comparación, un 70%.

En segundo lugar, los dientes una vez formados son incapaces de remodelarse, por lo que proporcionan un registro totalmente fiable de todas las modificaciones que una persona sufre desde su niñez hasta su muerte.

Por otro lado, la variabilidad de los dientes es alta, tanto a nivel poblacional, como a nivel individual, lo que puede ser de gran importancia a la hora de estimar un dimorfismo sexual. Esta variabilidad morfológica se ha convertido en imprescindible en las investigaciones forenses. Los dientes son especialmente necesarios en situaciones en las que los restos encontrados son escasos o están deficientemente conservados. El primer caso considerado resuelto mediante Antropología Dental, fue el del médico americano Joseph Warren. En 1775, murió en la Batalla de Bunker Hill y diez meses más tarde su dentista, Paul Revere, fue capaz de identificar sus restos a partir de un puente de plata que él mismo había colocado.

Por último, existe una relación entre la alimentación y ciertas patologías dentales, como las caries, el sarro o el desgaste dental, por lo que los dientes puede ofrecer una información muy valiosa acerca de los alimentos que formaban la dieta de poblaciones ya desaparecidas.

La importancia de contar con grandes colecciones con las que poder investigar y realizar comparaciones entre diversas poblaciones es vital para este tipo de investigaciones. Desde hace años, por ejemplo, el CENIEH (Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana) lanza cada año y coincidendo con La Noche Europea de las Investigadoras y de los investigadores su “Campaña de Recogida de Dientes del Ratón Pérez” donde, a cambio de un obsequio y un certificado de Ayudante del Ratón Pérez, niños y adultos, este año en más ciudades que nunca, pueden donar sus dientes para que sean investigados en sus laboratorios.

Lugares donde se llevará a cabo la Campaña de Recogida de Dientes del Ratón Pérez

 

 

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