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Clasificación y características de las plantas

Hay muchas características de las plantas que las hacen diferentes al resto de los reinos como veremos más adelante. Todas las plantas tienen una gran importancia ecológica debido a su capacidad para fijar CO2 y sintetizar esqueletos de carbono que sirven como materia orgánica, además de liberar oxígeno en el proceso de la fotosíntesis.

Imagen del balance del proceso de fotosíntesis (una de las principales características de las plantas) indicando su fase luminosa y oscura, reactivos y productos;

Balance simplificado de la fotosíntesis. Autor: Victor Pérez Asuaje / Hidden Nature – Dodociencia. Licencia de uso: CC-by-nc-sa

En el mundo, según los reportes del State of the Word’s plants de 2016, se estiman que hay 391.000 plantas vasculares y casi 370.000 son angiospermas (plantas con flor).

Clasificación general de las plantas

Las plantas pertenecen al reino Plantae, junto a las algas rojas y las verdes. Se diferencian de estas últimas en que presentan tejidos vasculares, es decir, poseen estructuras para conducir los nutrientes; mientras que las algas son celularmente uniformes.

Dentro de las plantas distinguimos a las briofitas y a las plantas vasculares, donde las primeras tienen un sistema de transporte rudimentario. Dentro de las segundas encontramos tanto a helechos como a plantas con flores, que a su vez se subdividen en gimnospermas (sin flores) y angiospermas (con flores).

En el grupo de angiospermas podemos encontrar tanto monocotiledóneas como dicotiledóneas, con características distintivas como la nerviación foliar.

 

Plantas
No vasculares Vasculares
Con esporas Con esporas Con Semillas
  • Briofitas (musgo, hepáticas)
  • Sin raíces ni hojas verdaderas
  • Sin sistema vascular
  • Sin tejidos duros
  • Dependiente del agua en su fase sexual
  • Helechos
  • Con raíces y hojas verdaderas
  • Con sistema vascular rudimentario
  • Con algunos tejidos duros
  • Dependientes del agua para la fertilización
  • Gimnospermas y angiospermas
  • Con raíces y hojas verdaderas
  • Con sistema vascular desarrollado
  • Grandes cantidades de tejido duro
  • Fertilización por polinización (“independientes del agua”)
  • Diseminación favorecida por dispersión de semillas

Características generales de las plantas

1. Inmovilidad

Las plantas “carecen” de movilidad, por lo que su nutrición depende de los minerales retenidos en el suelo. Debido a su incapacidad para huir, tienen mecanismos de respuesta al estrés (tanto físico como metabólico), como cambios estacionales periódicos o adaptaciones bioquímicas y morfológicas.

Una de las características de las plantas es su presencia en múltiples ambientes y ecosistemas radicalmente opuestos. Los cáctus son un ejemplo de los mecanismos de adaptación de algunos seres vivos que han sido elegidos a lo largo de la evolución.

Una de las características de las plantas es su presencia en múltiples ambientes y ecosistemas radicalmente opuestos. Los cáctus son un ejemplo de los mecanismos de adaptación de algunos seres vivos que han sido elegidos a lo largo de la evolución.

 

Pese a que no son capaces de huir de forma literal, si que tienen movimientos denominados tropismos, como los tropismos (movimiento constantes ante un estímulo externo) o las nastias (movimientos pasajeros ante un estímulo externo); pero lo veremos más adelante en profundidad.

 

2. Estructura

La estructura de las plantas difiere dentro de los diferentes órdenes y grupos del reino, pudiendo diferenciar plantas inferiores y plantas superiores. Las características de las plantas inferiores son muy sencillas, carecen de tejidos y raíces para el transporte de agua y savia, cuestión por las que se consideran “primitivas”. Pero hay que dejar claro que aunque se les denomina “primitivas”, es una terminología un tanto errónea debido a que evolutivamente llevan el mismo tiempo que las plantas superiores. Dentro de este grupo podríamos encontrar a las briofitas.

Por otro lado, las estructuras más características de las plantas superiores son:

  • Parte vegetativa: Que está conformada por:
    • Tallo: Es el órgano de soporte para las ramas, las hojas, las flores y los frutos. Pese a que se suele pensar que todos son aéreos (o epígeos), también existen tallos que crecen de forma horizontal a la tierra (rastreros) o incluso son subterráneos o hipógeos (como los tubérculos, bulbos y rizomas). También pueden adaptarse a diferentes condiciones del ambiente, apareciendo los platíclados (aplanados y fotosintéticos) o los cladodios (planos, fotosínteticos y suculentos, típicos de los cáctus).
    • Hojas: Son los órganos encargados de la fotosíntesis por excelencia, salvando casos puntuales donde tengan que adaptarse para dar lugar a otras estructuras, como en el caso de las espinas.
    • Flores: Son los órganos especializados en la reproducción en angiospermas. Dependiendo de la especie de planta podemos encontrar flores masculinas, femeninas o hermafroditas (con ambos sexos en la misma flor).
  • Raíces: Podemos distinguir la raíz principal y las secundarias. En el extremo de la raíz principal encontramos una zona endurecida e impermeable denominada caliptra o cofia, que actúa como percutor, permitiendo que la raíz atraviese el suelo. Exceptuando esta zona, el resto posee pelos radiculares para la absorción de sustancias. También tiene sus propias adaptaciones y puede actuar como zona de reserva de agua y nutrientes; como por ejemplo, la zanahoria.

Esta es la idea general de la estructura, pero profundizaremos más en el apartado de Organización general de las plantas.

 

3. Crecimiento

Durante el ciclo de las plantas podemos encontrar una fase vegetativa, en el cual la estructura es la previamente descrita; y una reproductiva, en la que determinadas yemas se diferencian en yemas florales que darán lugar a flores.

Las yemas se caracterizan por tener un tipo de células denominadas células meristemáticas. Estas no pierden su capacidad de dividirse dando lugar a un crecimiento indeterminado de ciertas partes de la planta.

El crecimiento no es continuo sino escalonado, así que crece por periodos de tiempo en los que se dan condiciones ambientales favorables. Muchas plantas se caracterizan también por ser capaces de medir el fotoperíodo, es decir, las horas de luz de un día y, hasta cierto punto, la temperatura ambiente. De esta forma, el proceso de crecimiento comienza después de que “se asegura” que se encuentra en unas horas determinadas y de que la temperatura está por encima de unos valores críticos.

Por ello, mediante condiciones artificiales de iluminación y temperatura se puede obtener el crecimiento de cualquier tipo de planta en cualquier época del año. El crecimiento en longitud se localiza en los meristemos apicales y el crecimiento en grosor en el cambium.

 

4. Pared celular

También poseen pared celular además de la membrana plasmática, que explicaremos más adelante, constituida por polímeros (celulosa, hemicelulosa, peptinas, etc.) con el fin de evitar que la célula estalle por la presión de turgencia (exceso de agua). Cuando la planta es adulta, la pared se engrosa y endurece gracias a la adición de lignina en su estructura.

Las células vegetales poseen en su estructura una pared celular que les da su forma geométrica y las previene de la plasmólisis por exceso de turgencia.

Las células vegetales poseen en su estructura una pared celular que les da su forma geométrica y las previene de la plasmólisis por exceso de turgencia.

5. Actividad fotosintética y autotrofismo

Dentro de las características de las plantas, la más reconocida es su actividad fotosintética y autótrofa, por lo cual es capaz de generar compuestos orgánicos a través de nutrientes inorgánicos y energía química o solar. Existen múltiples metabolismos, que estudiaremos posteriormente, adaptados a diferentes condiciones ambientales de los ecosistemas.

Las plantas no tienen requerimientos de sustancias orgánicas puesto que las producen ellas mismas en células especializadas denominadas cloroplastos. Estas células transforman la energía lumínica de los fotones en energía química. Los animales herbívoros toman la energía necesaria de las plantas que comen, luego son organismos heterótrofos, y posteriormente pueden ser depredados por otros animales. Por tanto, otra de las características de las plantas a nivel ecosistema reside en ser el primer eslabón de la cadena alimenticia.

Así pues, las características de las plantas se podrían resumir en:

  1. No se pueden desplazar, pero tienen movimientos de crecimiento continuo (tropismos) y/o pasajeros (nastias).
  2. Autotrofía gracias a la fotosíntesis.
  3. Crecimiento por apilamiento celular indeterminado, periódico y localizado.
  4. Sus células poseen pared celular que les permite mantener un estado turgente.
  5. Ecológicamente, pese a no ser una característica per se de las plantas, ocupan el primer eslabón de la cadena alimenticia.

 

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