Estamos ante la tercera entrega del serial de breves que he venido en llamar “Ciencia en la Música” o “Música con Ciencia”. Tras analizar a Los Nikis y Joy Division, y dado mi gusto por el rock, le ha llegado el turno a la banda británica que lidera Matt Bellamy. Claro, para los que no seáis muy melómanos imagino que si os digo Matt Bellamy, os da exactamente igual que os diga Isidoro Rodríguez o Anatoly Rostov. En definitiva, de quien vengo a hablaros hoy es Muse. En realidad, más que de Muse, de la ciencia encerrada en una de sus obras, en concreto su sexto álbum de estudio titulado “The 2nd Law”.
Con semejante título, a nadie se le escapa que debe hacer referencia a alguna ley matemática, física o vaya usted a saber. La idea está en descubrir qué ley es la que tiene el honor de dar nombre a un álbum de una de las mejores bandas de rock del momento. Para encontrar la respuesta, deberemos escuchar los cortes 12º y 13º. En concreto, la canción “The 2nd Law: Unsustainable” nos pone en la senda correcta, pues en ella, la voz de Matt Bellamy viene a recitar lo siguiente:
“All natural and technological processes
Proceed in such a way that the availability
Of the remaining energy decreases
In all energy exchanges, if no energy
Enters or leaves an isolated system
The entropy of that system increases
Energy continuously flows from being
Concentrated to becoming dispersed
Spread out, wasted and useless
New energy cannot be created and high grade
Energy is being destroyed
An economy based on endless growth is
Unsustainable”
Si lo tradujésemos al castellano, la canción quedaría como sigue: “Todo proceso natural y tecnológico ocurre de tal manera que la disponibilidad de la energía restante disminuye. En todos los intercambios de energía, si no hay energía que entre o salga de un sistema aislado, la entropía de ese sistema aumenta. La energía fluye continuamente de donde está concentrada hasta llegar a dispersarse, hacia afuera, malgastada e inútil. Nueva energía no puede ser creada y la energía de alta calidad está siendo destruída. Una economía basada en el crecimiento sin fin es insostenible”.
Como han podido leer, más allá de la poesía que adorna el mensaje, éste es claro y conciso. Se refiere sin lugar a dudas a la 2ª Ley de la Termodinámica. La 2ª Ley de la Termodinámica es probablemente una de las leyes más importantes no sólo de la Física, sino de la Ciencia, pues introduce dos conceptos imprescindibles en mecánica estadística como el de entropía o el de irreversibilidad. En concreto, el concepto de entropía como lo entendemos generalmente, emana de la visión de la mecánica estadística, al ligarlo al grado de desorden de la materia y la energía de un sistema. Sin embargo, esta 2ª Ley de la Termodinámica se circunscribe única y exclusivamente a estados de equilibrio (como ocurre con toda la teoría termodinámica). De esta forma, cuando se tiene un sistema que pasa de un estado de equilibrio A a un estado de equilibrio B, la cantidad de entropía en este estado de equilibrio B será la máxima posible e inevitablemente mayor a la del estado de equilibrio A. Evidentemente, el sistema sólo desarrollará trabajo cuando esté en tránsito del estado de equilibrio A al estado de equilibrio B (no desarrollándolo en ninguno de los estados de equilibrio).
Aplicado este concepto a la vida de la estrellas, éstas, al convertir Hidrógeno en Helio generan luz y calor. Al fusionar los núcleos de hidrógeno en su interior, la estrella libera energía, pero al intentar fusionar núcleos de helio, no consigue liberar la misma cantidad de energía que al fusionar núcleos de hidrógeno. De esta forma, cada vez que la estrella fusiona núcleos de un elemento, obtiene otros que le son cada vez más inútiles para obtener energía, con lo que la estrella muere ¡Y LA MATERIA QUE DEJA ATRÁS NUNCA SERVIRÁ PARA GENERAR UNA NUEVA ESTRELLA! Es así como tradicionalmente se ha usado la 2ª Ley de la Termodinámica para explicar el fin de las estrellas.
Por si todo lo anterior fuese poco aliciente para escuchar el disco (o comprarlo si eres un amante del rock, porque es verdaderamente una joya), la portada es una obra de arte y todo un reconocimiento a la ciencia, más concretamente a la Neurofisiología. La portada del álbum, a pesar de lo que pueda parecer, es una imagen del cerebro humano, tomada del proyecto “Human Connectome Project”.
Un conectoma no es más (ni menos) que un mapa donde se representan las conexiones que se establecen entre las diferentes neuronas del cerebro. El término conectoma se acuña en 2.005, cuando de manera simultánea e independiente tanto Olaf Sporns en su artículo “The Human Connectome, a structural description of the human brain” como Patrick Hagmann en su tesis titulada “From diffusion MRI to brain connectomics” proponen este vocablo para referirse a las conexiones neuronales en el cerebro. Así, Hagmann argumentaba el uso de la palabra conectoma y se aventuraba a pronosticar su utilidad basándose en que: “[…] al igual que para comprender el funcionamiento de una red se deben conocer sus elementos e interconexiones […], el conectoma aumentará considerablemente nuestra comprensión de los procesos emergentes funcionales a partir de las estructuras cerebrales y proporcionará nuevas ideas sobre los mecanismos que usa el cerebro en caso de que las estructuras cerebrales estén dañadas”.
Hoy día, debido al éxito obtenido en la reconstrucción de las conexiones neuronales del nematodo Caenorhabditis elegans (que sentó la base para poner en marcha el posterior Proyecto del Conectoma Humano), tenemos más de 12 TB de datos disponibles públicamente en la web del Open Connectome Project. ¡Y una de esas imágenes ilustra la portada de uno de los mejores discos de rock de la última década!
Como ven, este disco tenía sorpresa por partida doble. Una canción dedicada a la 2ª Ley de la Termodinámica y una portada que es fruto del trabajo de investigación realizado por el Proyecto Conectoma Humano. Toda una oda musical a la ciencia en un compacto de 53’ 39”.