Hace unos días empecé una serie de breves donde trataba de poner de manifiesto aquellas portadas de discos o canciones de grupos musicales que tuvieran algún vínculo con la ciencia. La primera entrega, como recordarán trató la portada del “Unknown Pleasures” de Joy Division. Sin embargo, hoy no les voy a hablar del “book art” de ningún disco, sino todo lo contrario, les traigo una canción. La canción se corresponde con el sexto corte del álbum “Submarines a Pleno Sol”, publicado en 1.987 por la banda de rock madrileña conocida como “Los Nikis”. La canción escrita por los de Algete, con un ritmo punk que recuerda a Los Ramones, sirve de homenaje al físico alemán Gustav Kirchhoff, cuyas contribuciones en el campo de los circuitos eléctricos o la óptica entre otras materias supusieron un gran avance. La canción no tiene desperdicio, por lo que paso a reproducir su texto:
“Estos transistores no son como los de antes,
un zumbido raro toda la primera parte.
¿Qué demonios ha pasado, que mi Sanyo no funciona?
Ahora que el Madrid ganaba por 3-0 al Barcelona.
Fuera los tornillos, ya está abierta la carcasa,
pero me han pillado con las manos en la masa.
¿Quién me manda andar hurgando en mi pobre transistor?
He caído como un tonto en las redes de Kirchoff.
En las redes de Kirchoff, en las redes de Kirchoff,
En las redes de Kirchoff, en las redes de Kirchoff.
Los condensadores se han unido a las bobinas,
sufro en propias carnes sus descargas asesinas.
Estoy siendo acorralado por 200 resistencias,
en el mundo del amperio ya no existe la clemencia.
Cuando le has enfurecido, un circuito no perdona.
No podré volver a ver ni al Madrid ni al Barcelona.
¿Quién me manda andar hurgando en mi pobre transistor?
He caído como un tonto en las redes de Kirchoff.
En las redes de Kirchoff, en las redes de Kirchoff,
En las redes de Kirchoff, en las redes de Kirchoff.”
Como ven, en un tono irónico y satírico Joaquín Rodríguez Fernández, autor de la letra, se acuerda de Kirchhoff y lamenta su falta de conocimientos físicos a la hora de intentar solucionar el problema de su televisión, la cual no le permite ver en las condiciones deseadas el partido de fútbol. ¿Pero quién es Kirchhoff y qué tiene que ver con el televisor Sanyo que retransmitía tal evento deportivo?
Gustav Kirchhoff fue un físico alemán (en realidad nació en la hoy extinta Prusia, concretamente en Königsberg, en 1.824), inventor del espectroscopio y descubridor junto con Robert Bunsen del Rubidio y el Cesio, elementos que describió por métodos espectrales precisamente. Pero sus verdaderas contribuciones se pueden resumir en cinco leyes: las tres leyes de la espectroscopía de Kirchhoff, pionera de la posterior mecánica cuántica; y las dos leyes de Kirchhoff de la electricidad.
Dado que el problema que tenían Los Nikis con su televisión era más bien producto de la electricidad (o presumiblemente de conservación de carga o energía, al referirse a bobinas y transistores en la letra de la canción), es justo recordar las dos leyes de la electricidad de Kirchhoff, que en definitiva afectan a todo circuito eléctrico (un televisor no deja de ser un circuito eléctrico, aunque un poco especial y complejo):
1ª ley de Kirchhoff (o de nudos): La suma de corrientes que entran a un nudo es igual a la que salen, es decir, las corrientes entrantes y salientes en un nudo suman 0. Para un metal, equivale a decir que los electrones que entran a un nudo en un instante dado son numéricamente iguales a los que salen. En definitiva, los nudos no acumulan cargas.
2ª ley de Kirchhoff (o de mallas): La suma de caídas de tensión en un tramo que está entre dos nudos es igual a la suma de caídas de tensión de cualquier otro tramo que se establezca entre dichos nudos.
Para diseñar cualquier circuito eléctrico (bien sea analógico o digital), los ingenieros electricistas deben ser capaces de predecir las tensiones y corrientes de todo el circuito. Sin embargo, un circuito que contiene componentes electrónicos, es decir un circuito electrónico, forma generalmente redes no lineales y requieren diseños y herramientas de análisis mucho más complejas y pueden necesitarse otras leyes o teoremas complementarios. No obstante, la aplicación de estas leyes dará como resultante un sistema de ecuaciones que puede resolverse “fácilmente” de forma algebraica.
Como pueden observar, que Los Nikis consiguieran arreglar su televisión “a tontas y a locas” durante el descanso del encuentro balompédico se antoja harto difícil, y menos si ignoraban estas sencillas leyes. No obstante, las leyes son sencillas de entender, lo difícil radica en extrapolar estas leyes a la vida real cuando apenas se sabe lo que se está viendo (a este respecto, debo reconocer que envidio a los ingenieros eléctricos). Aún recuerdo aquel viejo Telefunken de casa de mi abuela con todas esas lámparas (bombillas recuerdo que las llamaba mi abuelo) y me parece estar viendo un prodigio de la técnica y la tecnología. Ciertamente, lo eran. Y tuvieron que ser Los Nikis los que de modo modesto y con su particular charranería y desvergüenza quienes rememoraran a Kirchhoff, aunque sólo de manera coyuntural. ¡Todo sea por arreglar la televisión!
Y ahora, si me lo permiten, les dejo con la canción “Las Leyes de Kirchhoff” de Los Nikis para hacerles más llevadera esta entrega científica. Vendrán más y con nuevas entregas musicales, siempre y cuando me dé su bendición el redactor jefe, que él es más de Coldplay.