954 09 75 24    revista@hidden-nature.com

En una carrera por sobrevivir

En una carrera por sobrevivir

Parece curioso pensar que hay seres vivos que poseen capacidades que se encuentran lejos de nuestro alcance. Para nosotros, los humanos, sólo existen cinco sentidos. Sin embargo, en otras familias del Reino Animal, podemos encontrar dones, que sin ser estudiados, parecen sacados de la ficción. Por ejemplo, los tiburones poseen órganos sensoriales conocidos como las Ampollas de Lorenzini, las cuales sirven para captar campos eléctricos o cambios de temperatura en el medio. Otro de los ejemplos más conocidos es la ecolocalización de los delfines; basada en poder reconocer la posición de objetos, o incluso otros animales, gracias a la emisión de ondas sonoras y la recepción de su eco. Pero, ¿sólo esta especie es capaz de esto?

En 1967, el científico Kenneth D. Roeder, descubrió que las mariposas nocturnas poseen dicha capacidad. Emiten sonidos de alta frecuencia que rebotan con los obstáculos presentes en el medio; de esta forma, se produce un eco que el animal recibe para poder orientarse. Estos insectos tienen como depredador natural el murciélago. En la naturaleza es lo que se conoce como carreras de armamento, es decir, las especies depredadoras logran con el paso de la evolución nuevas técnicas de conseguir a su presa; y estas, a su vez, adquieren otras capacidades para poder sobrevivir. Así, en este caso, la mariposa nocturna ha logrado desarrollar un sistema auditivo capaz de detectar el sonido de los murciélagos a grandes distancias, por lo que compensa la velocidad y la capacidad que también tienen los murciélagos de ecolocalización.

La mariposa nocturna de la imagen corresponde a la especie Helicoverpa zea, quien posee esta capacidad de ecolocalización. Es conocida por ser una especie que afecta altamente a los cultivos de algodón o de maíz durante su período larval, causando grandes destrozos en los campos.

La mariposa nocturna de la imagen corresponde a la especie Helicoverpa zea, quien posee esta capacidad de ecolocalización. Es conocida por ser una especie que afecta altamente a los cultivos de algodón o de maíz durante su período larval, causando grandes destrozos en los campos.

Los lepidópteros poseen un oído a cada lado de su cabeza, y estos poseen dos tipos de células sensoriales, las A1 y las A2. Las A1 son mucho más sensibles, por lo que son capaces de detectar sonidos suaves. Por el contrario, las A2 detectan los sonidos fuertes, por lo que se activan cuando un murciélago está cerca. Ambos tipos de células se encuentran conectadas con interneuronas, que sirven de nexo entre las células sensitivas, que recogen la información del medio, y las células efectoras, quienes realizan el movimiento de huida, el vuelo. El modo de actuación de este sistema auditivo es complejo, ya que dependiendo de donde se sitúe el depredador, tendrá un modo de actuación distinto. Cuando el depredador aparece por el lado izquierdo, se activan antes las células A1 del oído izquierdo, lo que hace que la mariposa nocturna sepa que el murciélago viene en esa dirección. De la misma manera, cuando el murciélago aparezca por el lado derecho, el insecto lo sabrá porque se activarán las células de su oído derecho. De otra forma, si el murciélago viene por detrás o por delante de ella, esta hace unos movimientos laterales de cabeza. Esto le permite ver cual de los dos oídos se desactiva, ya que teniendo la cabeza recta, ambos estarían activados y no podría diferenciar por donde aparece el depredador. También, cabe la posibilidad de que el murciélago ataque a su presa desde arriba, lo que hace que la frecuencia de disparo de las células A1 vaya aumentando y disminuyendo con el aleteo de estos lepidópteros. Esto es así porque cuando las alas están hacia arriba, los oídos están libres pudiendo detectar el sonido; pero cuando tiene las alas hacia abajo, estas

le tapan parcialmente los oídos, haciendo que reciba el eco del exterior con menor intensidad. Las mariposas nocturnas han tomado este método como una ventaja adaptativa: si la frecuencia que reciben no es constante, saben que el murciélago viene desde arriba; por el contrario, si la frecuencia se mantiene constante, el depredador viene desde abajo, ya que en ningún caso, las alas le entorpecen dejando de percibir el sonido.

Algunas especies de murciélago se alimentan únicamente de algunas especies de lepidópteros. La adaptación a esta especialización en la alimentación, es lo que hace posible que ambas especies sobrevivan. No siempre ganará el murciélago, y no siempre logrará huir el insecto.

Algunas especies de murciélago se alimentan únicamente de algunas especies de lepidópteros. La adaptación a esta especialización en la alimentación, es lo que hace posible que ambas especies sobrevivan. No siempre ganará el murciélago, y no siempre logrará huir el insecto.

Una vez que la mariposa nocturna localiza a su depredador, tiene dos opciones. En primer lugar, sabiendo que el murciélago posee una gran velocidad, vuela en zig-zag. De esta forma, es más difícil ser capturada, y tendrá más posibilidades de sobrevivir que volando en línea recta. A este movimiento se le conoce como vuelo errático. Por otro lado, si la primera opción no es la mejor, es decir, no funciona, el lepidóptero volará hacia abajo en picado. Una vez que esté muy cerca del suelo, al murciélago le será muy difícil poder detectarla. Esto es debido a que el murciélago también usa la ecolocalización, por lo que en la tierra habrá más obstáculos que le impidan obtener una intensidad de frecuencia clara para reconocer a su presa.

Después de todo, esto es un ejemplo que encontramos en la naturaleza, el cual nos hace dudar sobre nuestras capacidades cognitivas e intelectuales. Somos la especie que ha conseguido un mayor desarrollo cerebral a lo largo de la evolución por excelencia, pero otras especies han sido capaces de llegar a capacidades tan asombrosas como esta, que de una forma u otra se han ido adaptando a lo que hoy conocemos como vida; y a lo que nos aferramos gracias a la lucha por la supervivencia.


¡Aviso! Hidden Nature no se hace responsable de la precisión de las noticias publicadas realizadas por colaboradores o instituciones, ni de ninguno de los usos que se le dé a esta información.

Autor Laura Manzanares Alaminos

Estudiante del grado en Biología por la Universidad de Sevilla.


Los artículos de la revista Hidden Nature en formato digital, cuentan con el ISSN 2531-0178. Si quieres participar con tus artículos de divulgación científica en nuestra revista, escríbenos a revista@hidden-nature.com