Estamos en la era de la sobre-información. Tenemos internet en casa, en las aulas, en el móvil cuando salimos a la calle, incluso en lugares públicos de forma gratuita. Vivimos en una autopista de información que nos arrolla a cada palabra que escribimos o hablamos. Pero, ¿qué uso le damos a toda esa información?
Un día cualquiera, suelo ver comportamientos poco generosos con la sociedad, por decir algo correcto. Instemos que, dentro de un grupo de personas donde se suele realizar un comportamiento correcto, tenemos aquellas que destacan y eclipsan el comportamiento de éstas, provocando un desequilibrio visual y sentimental en la población, llamado malestar. Este comportamiento, que es la base de una sociedad, es el que finalmente crece, se desarrolla, y se traslada a la misma a otras escalas mayores y con mayor repercusión si cabe.
¿A dónde quiero llegar? Mejor contemos una historia. El otro día iba caminando con mi perro. Atado, con un cacharrito de esos que se cuelgan en la cadena, para llevar bolsitas, y sirven para recoger los excrementos de tu perro. Caminaba de forma caótica, ya que mi perro cuando las hormonas acechan, no es que camine recto, sino que va como por impulsos; cuando en ese momento, un grupo de chavales apareció cual pokemon en la yerba (ya sabemos que pokemon hizo mucho daño a mi generación). Suelo curiosear el comportamiento de las personas, y este grupo de chavales era todo un reflejo de un futuro no muy lejano. Chavales entre 13 y 15 años, en plena pubertad, sin barba, pelados a la moda, con su cara de niños. Compuesto por 5 varones y 3 mujeres, un grupo típico de jóvenes, ¿quién no ha sido así en algún tiempo? (Todos, menos Jordi Hurtado, como bien sabemos). Por supuesto, no se percataron que salían al parque caminando por un carril bici, y unos metros atrás está la escalera para las “personas”. Mi paso, es desacelerado en estos casos, ya que caminar con un perro grande que puede ladrar y asustar a la gente, hace que intente evitar esos encuentros.
Mi asombro no era porque un grupo de chavales caminaran por un parque, algo normal. Mi asombro fue, porque ese mismo grupo de chavales, sacó una bolsa de tabaco y sabían perfectamente liar sus cigarrillos. Seguro que vieron un vídeo en YouTube tipo DIY (ya saben, la abreviatura de Do It Yourself, en inglés), tenían sus boquillas y papel; y evidentemente estaban fumando. En mis tiempos, en una sociedad aturdida por el tabaco, era más complicado no ver este comportamiento, ya que la publicidad de tabaco estaba en cualquier lado. Aparte, ¿recuerdan cuando en un bar se podía fumar? Parece algo ilógico hoy día… pero es cierto, no ha pasado apenas una década desde que era así. Y creedme, la presión social en cuanto a fumar, era mucho más fuerte antes que ahora.
Y ustedes dirán, bueno, unos chavales fumando a una edad temprana, no tiene nada de asombro hoy día. Pero no, no es mi asombro por ahí, por donde va, mi asombro es, ¿qué es lo que se ha rodeado o qué acciones se han realizado en esta sociedad para que unos chavales de 13 a 15 años terminen por pensar que inhalar tabaco en sus vírgenes pulmones es algo especial y guay?
En estos casos, intento ir más allá, pasado y futuro, sobre todo mi futuro o mi presente, en situaciones así. Pasado porque, parecía que alguien del grupo era el que controlaba el tabaco, el que los liaba y los repartía; o también me preguntaba, ¿quién le vendió el tabaco? supuestamente es ilegal, pero siempre hay formas de que alguien te lo compre o de comprarlo online y que te los manden… no sé. Después pensé en ese tabaco, droga adictiva, afectando a cuerpos de 13 a 15 años. En mis tiempos, mis padres ya fumaban antes de la edad de esos niños, pero no vivimos en 1940, estamos en 2017, y la sociedad ha cambiado mucho. Comentarios de, “a mí todavía me pica”, relataban cómo, para algunos de ellos, no era que estuvieran fumando desde hace mucho. Además, podías ver ese comportamiento muy juvenil todavía, en mis tiempos se le llamaba, tener el pavo y evidentemente, tosían, porque no controlaban la entrada y salida del humo en sus pulmones.
Como comentaba, pensaba en pasado, futuro, aparte de ver el presente. Y muchos pensamientos pasaban por mi mente, mientras me imaginaba en la situación de que mi hijo empezara a fumar. Esta parte, sería ya el futuro. Lo que más me inquietaba, era también el comportamiento de la sociedad, donde me incluyo. Mi primer ímpetu era decirles algo, pero no ocurrió. También vi como el parque estaba lleno de personas paseando, que normalizaban el hecho, por lo que tampoco nadie se paraba a decir algo al grupo de jóvenes. Además, hay bebés que crecen viendo a sus padres con un cigarro en su mano, ahora, llevan el móvil en la otra ;).
Y este fue el punto que me hizo crear este texto. Tal vez, lo primero que debemos saber es ¿qué efectos produce fumar? Y sobre todo, ¿qué consecuencias puede traer a largo plazo?
Veamos algunos de los los efectos de fumar tabaco en primera instancia.
- Manchas amarillas o marrones son efectos de fumadores de largo tiempo. Además aumenta el riesgo de infecciones e inflamaciones.
- Olor a tabaco. Tu aliento, tu pelo, incluso tu ropa pueden quedar impregnadas del olor del tabaco. Incluso tus manos pueden quedar manchadas.
- Piel seca, además te hace parecer más viejo.
Veamos algunas consecuencias de fumar tabaco un poco más en profundidad.
- Fumar puede conseguirte un efecto de placer temporal, pero también tiene su efecto contrario debido a su componente adictivo, la nicotina, por lo que te puede provocar ansiedad o irritabilidad, que puede afectar a los que te rodean.
- Tu olfato y gusto pueden ser atenuados, lo cual puede influir en tu apetito.
- Las fumadoras tienden a entrar en menopausia antes que aquellas que no fuman. Además incrementan el número de sofocos.
- Puedes tener futuros problemas de visión que incrementan el riesgo de sufrir glaucoma, degeneración macular o cataratas.
- La nicotina hace que los vasos sanguíneos sean más estrechos, restringiendo el flujo sanguíneo, aumentando así el riesgo de tener la presión arterial alta o un ataque cardiaco. Pruebas de fumador comparado con un fumador pasivo tienen más riesgo de sufrir un ataque al corazón.
- Fumadores tienen una alta tasa de bronquitis, lo cual, fumar, incrementa el riesgo de sufrirla, especialmente en niños. Otras enfermedades se empeoran por fumar, como la tuberculosis o neumonía.
- Si los puntos anteriores no te convencen, que tal cáncer de pulmón. Es la causa más común de muerte en fumadores, es más está en el top 10 de los cánceres más comunes en humanos.
- La tos, fumadores tosen más, aunque aquí también contribuye el aire.
- En mujeres fumadoras, se ha visto un incremento en aparición de cáncer de cuello uterino. Ni hablar de fumar durante el embarazo, puede producir abortos, asma, infección de oídos incluso la muerte al recién nacido. Además, se priva al feto del oxígeno necesario, lo que puede provocar problemas de crecimiento, malformaciones o el síndrome de muerte súbita.
- Fumar también aumenta la probabilidad de otros cánceres como el de boca, garganta o riñones.
- Hay mayor riesgo de sufrir diabetes tipo II, debido a que fumar incrementa la resistencia del cuerpo a la cantidad de insulina. Ni que decir que puedes tener complicaciones si fumas y ya eres diabético…
- Mayor probabilidad de sufrir leucemias que los no fumadores.
- A los fumadores: la erección necesita de un flujo sanguíneo adecuado, fumar puede afectar a este flujo. Además tanto a mujeres como hombres puede producir problemas de fertilidad.
- Aumenta la coagulación de la sangre, por lo que puede incrementar la probabilidad de embolias o infartos.
- Incrementa la cantidad de LDL (el llamado colesterol malo), además aumenta la cantidad de éstos en sangre.
- 8 de cada 10 fumadores sufren la enfermedad obstructiva pulmonar crónica (COPD)
- Finalmente fumar afecta a tu sistema inmune, por lo que sufren más infecciones en las vías respiratorias que los no fumadores.
Después de ver estos detalles, quisiera abordar también otro aspectos, un poco más en profundidad. Muchas veces, el reto de decirles que algo está mal a los adolescentes, produce un efecto indeseado de rebeldía que provoca la reacción contraria que estamos buscando. Es decir, alentamos a que sigan fumando.
Pero ¿conoces qué métodos son más eficaces para abordar el problema de que tu hijo esté fumando y quieras incentivar que deje de hacerlo?
Un repaso sobre los diferentes estudios de estrategias de crianza de padres fumadores sobre el inicio de sus hijos a fumar, llegan a la conclusión que el método más efectivo para evitarlo es la prohibición completa de fumar en el hogar, y que una prohibición parcial no funciona. Además, aunque parezca algo lógico, la ausencia de cigarrillos en casa, reduciendo su uso en el caso de que sean encontrados, resulta ser efectivo en la mitad de los casos estudiados.
En cuanto a la calidad de comunicación entre padres e hijos, un par de estudios demostraron un efecto preventivo si el camino que se toma al hablar es constructivo y respetuoso, aunque en este respecto, otros estudios no fueron satisfactorios. Además, algunos estudios mostraron que si la frecuencia en hablar sobre el tema es alta, la probabilidad de que consigas el efecto contrario aumenta considerablemente. Y el llegar a acuerdos de no fumar con tus hijos, parece ser que tampoco es efectivo.
Si los padres son o no fumadores, no es influyente en inculcar el hábito de fumar de los hijos. Existen otras variables que pueden influir: como las personas del entorno del niño, la propia personalidad, o su predisposición genética, aunque sí se ha comprobado que son más efectivas las acciones correctivas en hijos fumadores cuando se aplican por padres no fumadores.
Finalmente, no hay una estrategia infalible para evitar el inicio de fumar en adolescentes, por lo que tal vez la combinación de varias estrategias, siempre desde un lado respetuoso y constructivo, y sin caer en la demasiada frecuencia en hablar sobre el tema, puede ser un buen inicio para un futuro éxito.
Bibliografía: Marieke Hiemstra, Rebecca N.H. de Leeuw, Rutger C.M.E. Engels, Roy Otten, What parents can do to keep their children from smoking: A systematic review on smoking-specific parenting strategies and smoking onset, Addictive Behaviors, Volume 70, 2017, Pages 107-128, ISSN 0306-4603, http://dx.doi.org/10.1016/j.addbeh.2017.02.003.
2 comentarios en “¿Las mejores estrategias para que adolescentes dejen de fumar? ¡Nicotina babies!”
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