Líderes y sexo ¿Tienen alguna conexión?

Es complicado concebir la idea de una sociedad sin el rol de líder: individuos que bien sea por sus cualidades o por otro fenómeno, son tomados más en cuenta por el resto de sujetos. Los buenos líderes pueden conducir al éxito, mientras que aquellos que no sepan manejarse correctamente pueden derivar en la disolución del grupo.

¿Por qué no son tan conocidas las mujeres como líderes?

En la historia humana siempre se ha relacionado la capacidad de liderazgo con el sexo masculino. Son mucho más sonados los nombres de Napoleón o Carlomagno, que el de Juana de Arco o Cleopatra. Esto probablemente se deba a que desde que el ser humano comenzó a escribir hasta la actualidad hemos vivido en una sociedad donde la mujer ha quedado relegada a un segundo plano en la mayoría de colectivos (que no en todos).

Una de las principales características que se busca en un líder es su capacidad de reacción ante situaciones de crisis. Se han realizado investigaciones donde se ha demostrado que en primates este hecho está altamente relacionado con los niveles de dos hormonas: el cortisol y la testosterona. La primera tenderá a presentarse en individuos alfa en una menor concentración que en el resto de individuos: Gracias a ello los líderes tenderán a mantener la calma en situaciones de alto estrés. La segunda se presentaría en mayores cantidades, estimulando la competitividad y la capacidad de fijar un objetivo concreto para cumplir el mismo.

Biología y liderazgo

Sobre las hembras es sabido que tienen menos testosterona que los machos ¿Son por ello menos capaces de ejercer como líderes?  Ciertamente en los líderesanimales encontramos una mayoría de sociedades manejadas por machos. Son casos un poco más peculiares, como los bonobos, en los que las sociedades son mayoritariamente movidas por hembras.  ¿Esto merma su capacidad de éxito como grupo? No. Lo que sí que es cierto es que triunfarán en campos diferentes. Un grupo dominado por un macho tendrá más éxito cuando el objetivo sea conseguir un fin concreto. Por otro lado Alice Eagly nos muestra que como líderes, las hembras trabajan más por la unidad del grupal y el bienestar de los miembros.

Sin embargo, que un individuo se desarrolle o no como líder no solo va a depender de fenómenos biológicos: tiene también un importante componente social.  Una persona que tenga los niveles de estas hormonas nombradas anteriormente más altos, tendrá más posibilidad de establecerse como líder que una que no, pero no significa que tenga que establecerse como líder. Y en el caso contrario, puede darse de forma similar.

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